Hugo Sánchez

28/10/07 en 23:15
Debido a la falta de presupuesto, el licuado mental ha corrido a todos sus científicos y y contrató un millón de dibujantes enfermos del estómago.

Esto nos ha ahorrado millones de dólares de revistas científicas y del corazón, así como científicas del corazón; sin embargo dicho dinero ahora es usado para cantidades industriales de Pepto bismol y una sustancia ficticia que nos ayuda a transformarlo en Vanish, que vendemos ilegalmente a fanáticos de Cuauhtémoc y a Michael Jackson.

Es por eso estimados y timados lectores que el licuado mental pronto pasará a ser parte de un pinchurriento libro de jugoterapía, por lo que empezaremos a cobrarles abonos chiquitos que les permitan comprar un post ahora y terminar de leerlo en 18 meses (o antes si sus pagos son puntuales). Puede parecer tranza, verse como tranza, olerse como tranza y saberse como tranza, pero le aseguramos que no somos comunistas, y para prueba de ello, estas fotos:




(Ey, no creo que eso demuestre tu punto.)
(Claro que sí. ¿Tu qué sabes?)
(Soy ingeniero en sabelotodología y macramé.)
(No pregunte eso.)
(Ah, perdón.)

Y para que vean que el licuado los sigue amando, he aquí algunas sugerencias para el rápido enriquecimiento (suyo y nuestro):

1.- Sacar dinero del monedero de tu mamá.
2.- Buscar dinero tirado en la calle.
3.- Hacer enojar a un luchador y dejar tus dientes bajo la almohada.
4.- Sacar tarjetas de crédito del bolso de tu mamá.
5.- Hacerte amigo de Carlos Slim.
6.- Empezar a cobrar la entrada a tu blog.
7.- Vender las joyas de tu mamá.
8.- Volverte magnético y visitar fuentes de los deseos.
9.- Conseguir una aspiradora y visitar fuentes de los deseos.
10.- Vender a tu mamá.

En fin, el dinero va y viene, igual que los frisbees y las enfermedades de transmisión sexual, pero como aquí nos quedamos siempre con todo eso tenemos que devolverle de vez en cuando algo a la apestosa sociedad (como tú) y a los refinados visitantes como tú. Aunque sean estas cochinadas de cómic:

(si no tienes un monitor gigante y ojos de águila, lleva el mauss e hasta la imagen y presiona el botón que hace ·tikitiki·, ya verás como el licuado tiene soluciones para todos tus problemas, excepto si padeces enfermedades graves como la falta de sentido del humor o las ñañaras)


*Ningún alma fue dañada durante la realización de este cómic, solamente varias especies en peligro de extinción, unos chocorroles y una vendedora de boletos del metro, aunque pensándolo bien, no hay gran diferencia.

Gordolfo Gelatino

15/10/07 en 14:02

Señoras y señores, niños y niñas, papás de los niños y mamás de los niños, así como los papás y mamás de las niñas, o los papás de las mamás, o sea los abuelos de los niños o las niñas, dependiendo de la mamá; también abuelas, tías, sobrinas, tíos y mamás de los doctores (sobrinos abstenerse):


El famoso licuado se complace en informarles que toda la gente del mundo se ha vuelto completamente loca y no tiene caso intentar salvarlos. La mala noticia es que usted, querido y no tan querido lector, forma parte de ese mundo y quizá algunas de las personas con las que interactúa todos los días también sean parte de la masa de personas que perdieron la cordura.


La única solución a este problema, es que los habitantes del planeta que no son personas (por ejemplo; changos, hongos, barrenderos, marcianos y libros de texto gratuitos) se dispongan a hacer un sacrificio enorme por ustedes los seres humanos: Comérselos.


Esto podría generar disconformidad en toda esa gente a la que no le agrada la idea de dejar a su abuela disolverse en jugos gástricos, pero nuestro instinto dice que probablemente esta gente se volverá loca y serán devorados eventualmente (estén cuerdos o no).


Sabemos que es una tarea difícil, sobre todo por que los hongos son muy remilgosos y los libros practican la dieta de la luna, pero con un poco de plantas procesadoras y artimañas engañabobos lograremos librar al mundo de todos esos zoquetes que forman partidos políticos, le aportan al teletón, piden banners gratis o le jalan los cachetes a los bebés.

Jessy Bulbo demostrando su amor por el hombre verde.


He aquí un sencillo diseño de como se realizará el exterminio de los primeros escrutadores, digo, humanidad, digo, locos. Plomeros italianos locos.


(Oye, creo que nadie está entendiendo nuestras entradas)
(Pensaron que los estábamos invitando a participar...)
(Es que al nuevo se le olvidó quitar ese paréntesis)
(Perdón es que se me hizo simpático dejarlo, además mi mamá ve el blog, lo pasan en un canal que agarra la antena parabólica)
(¿Antena parabólica? ¿Qué es eso?)


Don Eru dice:
La antena parabólica es un tipo de antena que se caracteriza por llevar un reflector parabólico.

(Ah)

Fabiruchis

9/10/07 en 1:33
El mundo está consternado y la desolación se apodera de la mayoría de los lectores de este su maravilloso centro de recreación espiritual; el licuado mental, hemos decidido deleitar al mundo entero con fragmentos de los maravillosos descubrimientos que hemos logrado (en conjunto con los robots que los espían a ustedes y a sus abuelos) sólo para sus ojos... Las más grandes mentes de todos los tiempos están aquí, y llegaron para quedarse, o para irse, porque en este espacio nada es seguro, ni gratis (bueno, gratis sí, pero no estamos seguros), ni chistoso. Trajimos, al menos para esta ocasión, dos nuevos colaboradores que harán de este, su blog, una delicia para chicos y grandes, para chicas y grandas, para todos y todas (menos para tí, ya sabes quien eres, si te veo por aquí, te mato).

Además, hemos percibido cierta confusión en el entorno que rodea a los visitantes de nuestra bitácora... las dudas que tiene el lector promedio pronto serán despejadas y el mundo será un lugar mejor, y nunca vendrán impuestos nuevos al cigarro, ni extraterrestres viola mascotas, ni esa horrible niebla que voltea a la gente al revés...

(bla bla, si quieres pones algo divertido o sacante de onda, borras lo que consideres borrable, o lo copiamos para otro post, lalala, y así te conviertes en colaborador del licuado, ¿ves? es bien fácil, y te hacemos un banner) (ejem...)

Porque dos cabezas piensan igual que una...



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